martes, 4 de octubre de 2011
EN SU MATRIX
Cha fue a una reunión de monjes zen, explicó su experiencia, dijo que, en el evento, tras repetidas meditaciones de repente algo se rompió dentro de él, todo lo que sabía sobre sí mismo se desmoronó, solo estaban él y el Todo, que finalmente eran uno. Pero no era una sensación solo mental o espiritual, era física!, fue cuando, dijo, comprendió que la conciencia espiritual no solo implica cambios en el espíritu o la mente, sino que también involucran al cuerpo
Luego de sentir eso, su percepción cambió a su alrededor, su vida por primera vez tomó sentido, como si todo lo que hubiera estudiado y realizado antes solo fuera el preámbulo a su propio encuentro, porque, explicó, la energía del monje logró despertar la conciencia de la existencia de su propio maestro interno.
Salió libre de miedos, de preocupaciones, de frustraciones, de recuerdos amargos y hasta dulces, todo se quedó en donde debía: en el cajón del pasado y vió al mundo y a la gente con sus ojos nuevos, descubriendo la luz en cada situación y persona, como si hubiera quitado una venda de sus ojos
Iluminación de a mil pesos
Apenas salió del intensivo, quería que todos compartieran la experiencia, que se acercaran a recibir esa poderosa energía que activara en ellos esa fuerza que podría conducirlos para siempre hacia la luz, pero, dijo, lo que pasó después fue desilusionante (lo bueno es que ya no le preocupa tanto la desilusión)
Le llamó a su amigo Mario y le dijo que quería que conociera al monje zen, que era una oportunidad única en la vida, Mario le relató que él ya era un iniciado y Master en el Reiki y que curaba a toda la gente que lo rodeaba, que no sentía que ninguna otra energía pudiera ayudarle.
Luego David le preguntó "y que te hace? te agarra la cabeza?, te pasa energìa con las manos? te opera? te cambia el hígado?" y entonces, al saber que solo era meditación se desanimó
Francisco le dijo que el mismo era ya un monje iniciado y no necesitaba ningún otro y que mejor entrara en su grupo porque esta semana hablarían de "el Secreto"
Hugo no se quedó atrás, ya que dijo que era una flojera total tener que meditar y hacer un esfuerzo para lograr encontrar esa energía, que mejor iría con Ramsés, un curador que le daba la iluminación a toda la gente de inmediato, con un solo toque de su mano y con solo mil pesos no tenías que andar haciendo otras cosas para alcanzarla
Cha se dió cuenta de que todos se sentían monjes, todos eran sanadores, profetas, magos, iluminados y los que no, eran unos flojos que querían terapias fast y light y no faltaron los que de plano ni le escucharon, le cambiaron el tema por otro de sufrimiento y dolor, así que guardó su alegría y dejó de comentar entusiasmado su gran experiencia hasta que la hizo extensiva a través de este blog.
Entendió que el darse cuenta, como dice Don Juan, es una cuestión personal, y que solo cuando el alumno está listo aparece el maestro, mientras tanto deberán caminar entre Ramseses que les juren que gracias a su toque ya son iniciados y por su mil pesos ya son grandes maestros espirituales, cuando no han dado el primer paso en el sendero porque implica un esfuerzo, "el mundo espiritual está aquí mismo, es un trabajo físico, es un trabajo emocional, nadie puede hacerlo por tí, el monje activa tu energía con a suya pero a ti te corresponde alimentar ese fuego, y no importa lo que sepas, lo que hayas aprendido de medicina alternativa, de mancias, de esoterismo, de religión, lo único que importa es que estás solo con tu chispa divina tomando por primera vez el camino de la luz", explicó
Recordé entonces de nuevo a Don Juan: "y cuando el mundo del pavor y el misterio abra su boca hacia ti te darás cuenta de que tus caminos seguros nada tenían de seguro", pero ¡cuanta comodidad y calidez brinda la cobija de la seguridad y la ignorancia!, contrario al frío que despierta y obliga a continuar que implica la realidad,
Pero como dice Laura: "ojalà que les sea cómoda su Matrix"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario