martes, 2 de diciembre de 2014

Un nuevo idioma: el Bendicionés

Se ha puesto de moda entre la gente el uso de la palabra "Bendiciones", lo mismo el señor que vende estampitas en la esquina, el que pide limosna fuera de la iglesia o la señora que se encuentra uno en el super. Miguel me contó que el otro día, cuando se detuvo en el alto y esperaba a que cambiara la luz para continuar su camino, un hombre se le acercó mostrándole unos libros pequeños que llevaba en sus manos, "15 pesos!" le dijo estirando cuatro de ellos, mi amigo le contestó: "no muchas gracias", pero el hombre continuó diciendo que el tenía que ir calle por calle haciendo una gran labor de llevar la palabra "del Señor". Miguel esperaba impaciente por la luz verde, pero se dió cuenta de que los semáforos que más tardan son los mayores albergues de vendedores en las ciudades, reflexionaba acerca de ello cuando el hombre molesto por su indiferencia y sin querer cambiar de auto le sentenció: "Dios no ayuda a quienes no ayudan a sus semejantes", Miguel continuó haciéndose el que la virgen le hablaba por otro canal. "Si no piensas darme nada, entonces reza conmigo", ordenó el hombre, lo cual, obvio no hizo Miguel. El hombre comenzó a recitar su oración creada al momento "y para todos aquellos que no quieren apoyar a quienes llevan tu palabra señor, perdónalos...Amén... oye dí amén aunque sea.... Amén" le decía retador blandiendo sus libritos como santas navajas. Por fin el verde le dió aviso a Miguel de que podría continuar sin tener que esquivar los libritos, el hombre, presa de su creciente y poco espiritual enojo, terminó su perorata con un "ben-di-cio-nes" que más bien quería decir dos o tres maldiciones etruscas, chinas y gitanas juntas Lo mismo le ocurrió a Claudia, ella acudía a un grupo de meditación en donde todos acostumbraban a saludarse con un "bendiciones", sin embargo, la señora de la casa, hablaba solo el "bendicionés" un nuevo idioma en el que para expresar todos sus estados de ánimo solo acertaba a decir esa palabra. Por ejemplo, dijo Claudia, si alguien no paga la cuota de la meditación le recibe con una media sonrisa mascullando "bendiciiiones" (traducción: rata de dos patas paga lo que debes) Si alguien nueva le cae mal la mira de reojo al pasar barriéndola y dice: "ben-diciones" (traducción: mugre gata resbalosa seguro vienes a ligar) Si alguien no hizo las cosas como ella esperaba en la meditación la despide con un: "bendiciiiones" (traducción: espero que no regreses nunca) Si le gusta algún visitante lo mira con ojos picaros diciendo: "beendiciooonees" (traducción: aqui estoy para lo que gustes y mandes" O sea, todas las palabras que habla en Bendicionés tienen diferentes inflexiones, unas son murmuradas, otras casi gritadas,unas exhudan odio jarocho, otras simple desprecio poblano y eso es lo que las distingue a unas de otras. En su interior, la mujer piensa que al hablar Bendicionés le esta haciendo un favor a las personas, y que la palabra en sí le quita toda la malvadez con la que las pronuncia. Lo gracioso es ver a varias de estas señoras hablando el Bendicionés, porque finalmente, pensando que se hacen bien, difícilmente llegan a los golpes, incluso, cuando se despiden con su último "bendiciones" (traducción: no regreses jamás)se alejan con un suspiro, sabiendo que han hecho una gran labor por la humanidad, como el hombre de los libritos.

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