sábado, 25 de agosto de 2012
Ensimismamiento de totem
La semana pasada, Yamila llegò a la reuniòn espiritual temprano, como siempre ayudo a acomodar la sala, a poner todo en orden y luego de colocar cada cosa en su sitio se colocò a sì misma, en el mismìsimo centro del salòn
Eso no serìa extraño en ningùn caso salvo que Yamila pesa como 85 kilos en su metro 67 de estatura y por lo tanto ocupa un espacio considerable colocada entre el paso de las personas, a esto hay que aumentarle que lleva un cojìn de màs de 20 centìmetros de altura, por lo que lo primero que ven quienes ingresan a la sala es un totem inmovil e inamovible sobresaliendo en el centro, para, despuès tras ella y dependiendo de la altura de quienes deben encontrar sitio detràs de ella, ver toda la reuniòn su trasero, su espalda o su chonguito redondo con que recoje su pelo
Los invitados que llegan cada semana imaginan que quien ya lleva tiempo debe ocupar los lugares centrales, pero no es asì, lo que pasa es que Yamila no nota que està en una posiciòn incòmoda para los demàs, porque solo puede ver que su posiciòn sea còmoda, solo `puede verse a sì misma
La justificaciòn es que debe sentirse bien para meditar, para escuchar a los maestros, para crecer espiritualmente
Uno pensarìa que en un grupo espiritual la gente està preocupada o conciente de los demàs, de su mundo, de su entorno, pero no es asì, en la mayorìa de las conversaciones que se escuchan de esas reuniones, los visitantes solo hablan de sì mismos y sus experiencias, buscan estar còmodos, ser los primeros junto al maestro, servirse primero, ocupar un espacio primero, ser nombrado primero o iluminarse primero aunque sea con la làmpara de la sala.
Y es que en un mundo de egoìsmo y competencia, ni los espacios espirituales pueden librarse de esas costumbres mundanas
"El maestro me dijo que yo serè uno de los alumnos màs destacados", "yo conocì a un maestro màs elevado", "a mi me eligiò para que le ayude" y tienen razòn, el darse cuenta es un trabajo personal, el avanzar espiritualmente no puede realizarse en grupo, tiene que ser individual, pero còmo puede evolucionar alguien que ni siquiera mira a los que estàn a su alrededor, que no le importa lo que pase con quienes estèn a su lado
Por eso en las salas de conferencias, de enseñanzas, de meditaciones, quienes se ocupan de los demàs tendràn el espacio màs incòmodo y pequeño, los que solo se ocupan de sì mismos estaràn la mar de còmodos, lo que harà que los incòmodos se cuestionen si no serà mejor volverse insensible y convertirse en otro tòtem
Como es arriba es abajo, la relaciòn de las galxias es igual a la de las energìas humanas -explicò un dìa el maestro- y luego hablò de la importancia de la energìa positiva que se lanza hacia los demàs, algunos totems sienten que ya està saliendo la energìa de su dura madera, pero cuando sale, "ah si sentì como que la energìa me rodeaba y luego de darme vueltas salìa volando y regresaba a mi de colores"
Asì se multiplican los totems, salas enteras llenas de totems escuchando plàticas espirituales para iluminarse, llegando a la maestrìa, al conocimiento, al crecimiento màs allà de los humanitos que al lado de sus grandes cojines se ven tan pequeños
Por eso cada reuniòn, nuevos y viuejos visitantes saben que enmedio de esta sala, ocupando un generoso espacio, el gran cuerpo de Yamila se esparcirà hacia los lados y el cielo como un gran totem, un totem que recuerda la incapacidad de pensar en los demàs y entonces, solo entonces, resulta que el totem si sirve finalmente para algo
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