María fue la de la idea de la reunión en el café, así que los cinco compañeros estábamos ahí, comentando los sucesos del día, sin embargo el verdadero motivo dela reunión era dar forma al trabajo que nos encomendaron en clase: hablar de nosotros mismos.
Rubén quiso compartir su experiencia: estaba divorciado, contó los días miserables que la esposa (toda una bruja digna de película de terror) le había hecho vivir
No lo atendía, no lo comprendía, no le hablaba, no lo consolaba, solo le exigía y él, sin nadie más en el mundo que su esposa, había pasado las peores experiencias de su vida.
María fue la siguiente, recordó el terrible momento en que fue abandonada por su esposo (hace 10 años) quien la dejó a cargo de dos pequeños que comían como grandes, habló de los días y noches en que s madre le llamó para decirle que, ya no estando casada no valía nada, María lloró, lloró y volvió a llorar
Tocó el turno a Beatriz, ya entonada, detalló como su niñez fue un cúmulo de tristezas, mirando a sus padres pelear, insultarse y finalmente abandonarse, por eso a los diez años tuvo que quedarse a vivir sola con su madre. Más llanto
Pepe fue el siguiente, dijo que cuando era pequeño le gustaba el futbol, que casi siempre se la pasaba jugando y ganó un campeonato, dijo que sus estudios fueron buenos, que obtuvo buenas calificaciones y exentó su carrera, que en alguna ocasión un amigo le dio un consejo que cambió su vida: le dijo que no confiara en nadie y que el único amigo fiel sería siempre un libro, porque un perro podría confundirlo y morderlo pero el libro no.
Cuando terminó su relato, los demás lo miraban estupefactos: o Pepe se burlaba de ellos o era un ser insensible que vagaba entre la gente sin mayor sentimiento que el de un velociraptor
Beatriz le dijo que no confiaba en ellos y que por eso no deseaba compartir las tristezas de su vida
Pepe apuntó que él no va recolectando las malas experiencias de la vida, que prefería recordar los buenos consejos y los mejores logros
María le recriminó que entonces no tomaba las experiencias de la vida, a lo que Pepe le respondió "al contrario, yo no recojo el bagazo para comerlo todos los días, solo recolecto el jugo y es de él que me nutro", obvio que nadie entendió o quiso entender lo que dijo y pidieron sus cuentas
Pepe intentó decir en su defensa: muchos expertos han comenzado a decir que nosotros somos producto de lo que pensamos, que si tenemos pensamientos negativos eso atraeremos, pero esto va mucho mas allá: nosotros tenemos falsas ideas de quienes somos, de que pensamos, de lo que nos duele y hasta de lo que nos alegra, son solo ideas, plantadas, sembradas, dejadas ahí por nuestros familiares, amigos, nuestra ignorancia, pero lo mejor es que podemos soltar esas ideas cuando queramos porque no son reales, solo son ideas"
María tuvo una idea: le aventó el café encima, luego Rubén, al levantarse, también con su idea propia le embarro un pastelillo en el cabello y Beatriz, para no quedarse atrás y que dijeran que no tenía buenas ideas le vació el florero que adornaba la mesa.
Yo no hablé, me mantuve en silencio no sé si porque estaba reflexionando en lo que dijo Pepe o para que no recordaran mi presencia y se les ocurriera la idea de hacerme partícipe del gastronómico castigo
Le dije a Pepe que sería buena idea que fuera al baño a limpiarse y se me ocurrió que a lo mejor sería mejor idea escabullirme antes de que alguien más llegara con una brillante idea de compartir vivencias o ponerme a limpiar
